El fabricante ha retirado del mercado más de 7 millones de juguetes con el tema de Baby Shark porque el plástico duro utilizado para hacer las aletas superiores del juguete creaba un riesgo de empalamiento, laceración y lesiones punzantes.
Los juguetes en cuestión se venden como juguetes de baño Robo Alive Junior Baby Shark Sing & Swim, según un comunicado de prensa compartido por la Comisión de Seguridad de Productos del Consumidor de los Estados Unidos. Se han retirado del mercado seis millones y medio de juguetes de tamaño regular, al igual que otro millón de la versión mini de los juguetes. Cada juguete tiene una aleta superior de plástico duro con tres ranuras en un lado.
Ha habido 12 informes de niños que se caen o se sientan en los juguetes de tamaño normal, dijo la compañía. Estas situaciones han resultado en lesiones por empalamiento, laceraciones y heridas punzantes en las áreas genital, anorrectal y facial de los niños. Nueve de las lesiones requirieron puntos de sutura o atención médica, según la compañía. No se informaron lesiones relacionadas con las versiones mini de los juguetes.