CHICAGO: En una ciudad donde se suponía que iba a reclamar el manto del Partido Demócrata por última vez, en una convención donde se suponía que cimentaría su legado político, el presidente Biden pasó la antorcha del liderazgo, secándose las lágrimas mientras la multitud se puso de pie en una ovación sostenida y coreó: “Gracias, Joe”.
La gran gratitud por su decisión de hacerse a un lado y dejar paso a la vicepresidenta Kamala Harris pareció animar a Biden cuando se atribuyó el mérito de salvar la democracia, y de mucho más, en un discurso de casi una hora lleno de optimismo y espíritu de lucha que coronó la primera noche de la Convención Nacional Demócrata en Chicago.
Sin embargo, uno de los últimos momentos importantes de la carrera política de Biden quedó fuera del horario de máxima audiencia en la costa este después de que otros oradores se demoraran mucho.
“Estados Unidos, te di lo mejor de mí”, dijo Biden. “Durante 50 años, como muchos de ustedes, he entregado mi corazón y mi alma a nuestra nación y, a cambio, he sido bendecido, un millón de veces, con el apoyo del pueblo estadounidense”.
El discurso de Biden, y otro más temprano en la noche pronunciado por Hillary Clinton, quien estuvo más cerca que cualquier otra mujer estadounidense de ganar la Casa Blanca, simbolizan cómo los demócratas están dejando atrás a la vieja guardia que ha liderado su partido durante décadas. La noche inaugural de la convención también sirvió para enfatizar la naturaleza histórica de la candidatura de la Sra. Harris y para enmarcarla como si estuviera apoyada en íconos de los derechos civiles y mujeres que se habían postulado para la presidencia antes que ella, mientras busca derrotar al expresidente Donald J. Trump.
Con frases claras y enérgicas, Biden aprovechó la oportunidad de defender lo logrado, abogar por su vicepresidenta y atacar a Trump. Su discurso recordó más al Biden que ganó las elecciones en 2020 que al candidato que murmuraba y en ocasiones lucía incoherente, cuyo desempeño en un debate contra el republicano provocó la caída de su campaña para la reelección.